miércoles, 24 de septiembre de 2008

La batalla de Maipú - 5.04.1818


El ejército patriota estaba acantonado en el llano de Maipú las órdenes de San Martín. Frente a él, en la sección poniente del llano, tomó posiciones el ejército español en manos de Mariano Osorio.


El 5 de abril a las 11 de la mañana los patriotas abrieron fuego. El combate fue encarnizado y hubo un momento en que la carga realista obligó a retroceder a los patriotas. Rehechos rápidamente estos atacaron con tal ímpetu que los españoles, sintiendo el peso de la resistencia, comenzaron a retirarse en desorden.


A las dos de la tarde San Martín anunciaba la victoria. Una parte del ejército realista se refugió en las casas de la hacienda de Lo Espejo bajo la conducción del coronel José Ordoñez. Pero fueron perseguidos y tuvieron que rendirse.


O’higgins que desde Santiago había seguido las alternativas del combate de labios de mensajeros enviados por San Martín, se presentó herido al campo de batalla con mil soldados improvisados que había reclutado en la capital y sitios vecinos. Con ellos dio algunos últimos golpes al enemigo.


El emotivo encuentro entre los dos héroes, relatado por testigos presentes del mismo, ha sido descrito por todos los historiadores de chile y Argentina. “¡Gloria al Salvador de Chile!” – gritó O’higgins al acercarse a San Martín, a lo que éste respondió de inmediato: “General, Chile no olvidará nunca el sacrificio que usted hace presentándose herido al campo de batalla”. Un estrecho abrazo unió a ambos personajes.


En esta batalla que decidió favorablemente a Chile, murieron 1500 de 4500 soldados realistas que en ella participaron, en tanto que 2300 fueron hechos prisioneros. El ejercito patriota perdió el 35% de sus hombres. En efecto, murieron en la brega alrededor de ochocientos patriotas, de los cuales sólo cuatro eran oficiales y unos mil heridos, casi todos del batallón Coquimbo.


Los derrotados dejaron, además, en el campo de batalla doce cañones, cuatro mil fusiles, mil doscientas tercerolas y algunas banderas. Entre los prisioneros estaban casi todos los comandantes, empezando por Ordóñez; setenta y cuatro oficiales y veinticuatro empleados civiles del ejército.


Osorio con una escolta de 240 hombres, se trasladó hasta Talcahuano, donde se embarcó camino al Perú.


Entre los oficiales Chilenos que se distinguieron en la batalla cabe mencionar a los coroneles Tomás Vicuña, José Maria Palacios, Pedro Prado Jaraquemada, y los tenientes coroneles Pedro Ramón Arriagada y Joaquín Prieto.


No hay comentarios: