La abdicación de O’higgins
En 1823 se produce la abdicación al mando del Director Supremo don Bernardo O'Higgins.
Varias situaciones conllevarían a que tomara tan trascendental determinación luego de producirse la independencia nacional, tales como, los cambios producidos en la sociedad lo que provocó principalmente el resentimiento de la aristocracia al abolirle los títulos de nobleza, la implantación de impuestos en forma autoritaria, las medidas tomadas en relación a aspectos religiosos que aparecían, tolerando a la religión protestante disidente de la católica, como así mismo el fusilamiento de los hermanos Carrera y de Manuel Rodríguez produjeron un mayor resentimiento hacia O'Higgins, aun cuando existen comprobadas circunstancias que intentó impedir la ejecución de Juan José y Luis Carrera y que la sentencia se llevó a cabo al llegar tarde el mensajero enviado a Mendoza.
El día 28 de enero de 1823. reunido el Cabildo Abierto se le dio a conocer a O'Higgins la voluntad de que abandonara el poder a fin de evitar una guerra civil.
El Director Supremo respondió: "No pueden arrogarse la representación de
Ante tal situación fueron designados los señores Agustín Eyzaguirre, Fernando Errázuriz, José Miguel Infante, José María Guzmán, Bernardo Vera, Joaquín Campino, Juan Albano, Antonio Mendiburu, Nicolás de
Luego de discutidos los aspectos en comento, se nombró una Junta formada por Agustín de Eyzaguirre, José Miguel Infante y Fernando Errázuriz, al aceptar O'Higgins abandonar el Gobierno.
Ante
Enseguida desprendiéndose de su banda y colocándola sobre la mesa dijo:
"Ahora, soy un simple ciudadano. En el curso de mi gobierno, que he ejercido con una grande amplitud de autoridad, he podido cometer faltas, pero creedme que ellas habrán sido el resultado de las difíciles circunstancias en que me tocó gobernar y no del desahogo de las malas pasiones.
Estoy dispuesto a responder todos los cargos que se me hagan; y si las faltas han causado desgracias y que no pueden purgarse más que con mi sangre, tomad de mí la venganza que queráis. Aquí está mi pecho".
Tal alocución causó mucho sentimiento entre los asistentes, lo que les hizo aclamarlo con un "¡Viva O'Higgins!"que estremeció el ambiente.
Luego éste se retiró de la sala diciendo: "Mi presencia ha dejado de ser necesaria aquí".
O'Higgins luego de abdicar al poder se trasladó al Perú, país que le donó una propiedad, la hacienda Montalván, donde vivió hasta su muerte.
Además debemos afirmar que todo este proceso del día 28 de enero de 1823 puso término a la etapa de
No hay comentarios:
Publicar un comentario